¿Sabes que como papás hacemos más grande el pleito de hermanos?
¿Qué NO hacer?
- No categorices.
- No compares.
- No seas juez.
- No tomes partido.
Que sí hacer.
- Dales herramientas.
-
- Enséñalos a ceder y negociar.
- Confía en ellos.
Una de las situaciones que más nos desespera como papás, es ver a nuestros hijos pelear. ¿Sabes que la mayoría de los pleitos de hermanos, tienen más relación con nosotros que con ellos mismos? Normalmente lo que ellos quieren es llamar tu atención, esta es una de la manera donde más lo logran y al involucrarnos hacemos más grande el problema.
Sin duda, es de las cosas que más me preguntan en un taller “¿Qué hago para que no se peleen?”. Lo primero que les digo es que un poco de conflicto entre hermanos es normal y sano, pues les enseñan habilidades para la vida, capacidad de resolver problemas, a calmarse, a defenderse, aprenden a ceder, a reparar errores, aceptan responsabilidad, se reconcilian y resuelven.
¿Qué podemos hacer como papás?
Confía en sus habilidades para resolver problemas, recuerda que cada vez que te metes haces más grande el problema.
Evita categorizar: “Tú siempre pegas”, “pobre está chiquito”, “tú siempre empiezas los problemas”.
Si tienes que intervenir en el conflicto, trata a todos por igual.
Los niños no entienden que el amor no tiene limite, pasa tiempo especial con cada uno de ellos.
Ayúdales a desarrollar las capacidades necesarias para resolver los conflictos, enséñales a escuchar, negociar y a que ellos lleguen a un acuerdo.
La buena relación de hermanos no tiene nada que ver con que NUNCA peleen, es más importante los momentos buenos y divertidos que pasan juntos.
Con cariño,
Paty Mier.