UN AMIGO ME PREGUNTÓ:
-¿Por qué gastar tanto dinero y tiempo para que tu hijo practique tenis, kárate, natación, vóleibol, fútbol, baloncesto u otro deporte?
LE RESPONDO:
Yo no pago porque mi hijo entrene y juegue ¿sabes qué estoy pagando?
Pago para que mi hijo aprenda a ser disciplinado.
Pago para que mi hijo aprenda a cuidar su cuerpo y su mente.
Pago para que mi hijo aprenda a trabajar con los demás y sea buen compañero de equipo.
Pago para que mi hijo aprenda a lidiar con la decepción cuando no obtiene lo que esperaba, pero sepa que hay que trabajar más duro.
Pago para que mi hijo aprenda a alcanzar sus objetivos.
Pago para que mi hijo entienda que toma horas y horas de trabajo duro y entrenamiento obtener un campeonato y que el éxito no ocurre de la noche a la mañana.
Pago por la oportunidad que tendrá mi hijo de hacer amistades para toda la vida.
Pago para que mi hijo esté sobre el campo de juego y no frente al televisor.
Pago por esos momentos en que mi hijo vuelve tan cansado que solo quiere llegar a descansar y no piensa ni tiene tiempo de andar de vago o en cosas malas.
Pago por todas las enseñanzas que este bello deporte le da: responsabilidad, humildad, entrega, amistad, convivencia, etc.
Podría seguir pero para ser breve:
No pago por las prácticas, pago por las oportunidades que le ofrece este deporte a mi hijo de desarrollar atributos y habilidades que le serán muy útiles a lo largo de su vida y darle la oportunidad de valorar la vida.
POR LO QUE HE VISTO HASTA HOY…
CREO QUE ES MI MEJOR INVERSIÓN
Autor desconocido.