¿Crees que realmente funciona la silla de pensar?

¿Crees que realmente funciona la silla de pensar?

¿Sabías que la silla de pensar la creó hace muchos años el psicólogo estadounidense Arthur W. Staats?

La silla no era fue creada para los niños/niñas, la idea surgió cuando
Arthur se dio cuenta de que los que realmente necesitaban pensar eran lo padres, Saats estaba sorprendido con los malos tratos que existían hacia ellos y por eso creo la famosa silla de pensar.

El objetivo original de la silla era que los padres tuvieran unos minutos de calma en los que pudieran reflexionar. La connotación que hoy en día tiene la silla de pensar es “castigar” a los niños/niñas o darles un momento para que piensen, ¿realmente crees que sirve para ellos reflexionen?

La silla de pensar es un castigo disfrazado, que lo único que logra es que el niño/niña sienta más enojo y busque la revancha, no está aprendiendo ninguna habilidad, simplemente estás cortando la conducta.

  • ¿Qué te sugiero?

Entiendo que muchas veces los papás y mamás somos las que necesitamos este tiempo fuera, y es muy válido y en muchas ocasiones necesario. Por lo que te recomiendo tratar de identificar esos momentos, para utilizar este tiempo fuera a tu favor.

En un momento de crisis, identifica la calma que tú necesitas primero, y aléjate de la situación, busca tu tiempo fuera. Es mucho más efectivo si lo anticipas.

  • ¿Qué es el tiempo fuera positivo?

Es una herramienta de la Disciplina Positiva que consiste en identificar cuándo necesitas espacio para calmarte y regresar a la calma. Esto evita que actúes de forma impulsiva e irreflexiva y que tomes decisiones cuando estás fuera de control. La ventaja de utilizar esta herramienta es que aprendes la habilidad de “pensar antes de actuar”.

Esta herramienta la puedes anticipar y decir “necesito calmarme”, “cuando esté más tranquila lo hablamos”, “quiero estar sola”, recuerda que como todas las herramientas no son magia necesitas practicarlas.

Ya que tienes esta herramienta más dominada, te sugiero crear un “rincón de la calma”.

  • ¿Cómo se hace?

Anticipa (en calma) y platica con tu hijo/hija, cuéntale que van a crear un espacio para cuando necesiten estar solos y calmarse. Recuerda que es su espacio, deja que tenga los elementos que le ayuden a regresar a la calma.

Elijan un lugar de la casa, decórenlo. Te sugiero, que sea en el piso, con un tapete, cojines, elementos para dibujar, pelotas anti-estrés, pop its, o un frasco de la calma.

Es importante resaltar que es un lugar al que se va por gusto, y cuando se identifica esa necesidad, puedes sugerirlo (recuerda que las formas importan).


¿Te sirvieron estas ideas?


Con cariño,

Paty Mier.

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